12/5/05

Mentes desiertas

Como las últimas semanas, aquella mañana me retorcía entre sueños agrios. Desperté sudoroso, con las sábanas revueltas y el ruido de la lluvia tras la ventana.
Verdadéramente era un día gris; de esos en los que uno disfruta quedándose en la cama. Apenas despertaba de la felicidad inconsciente del sueño cuando retorné a la cruda realidad. Semanas atrás comenzó mi calvario, y desde entonces me encontraba en tierra de nadie: solo en medio de mi desierto personal.
Supongo que todos conocéis el lugar del que os hablo, y aquellos que no lo conozcáis, espero que no tengáis la desgracia de perderos por ahí. De todos modos, es uno de esos lugares (o etapas de la vida como algunos dicen) por los que antes o después tenemos que pasar. Nunca sabes cómo has llegado ahí ni por qué, símplemente te despiertas un día en medio.
Al principio te asustas, te sientes desorientado, no entiendes nada... Poco a poco, te vas "habituando" y comienzas a andar, buscando alguna salida...