19/1/09

En un par de latidos...

¿Por qué odias, corazón?

Eres como la Espada de Damocles, que rasga invisible y certera hasta la última razón.

¿Por qué lloras, corazón?

Cantas y recitas todas las estrofas que componen la triste sinfonía de tu última canción.

¿Por qué dudas, corazón?

Eres como el viento, que entra, sale, sube y baja desde inicios de verano hasta la última estación.

¿Por qué sientes, corazón?

Sonríes y llenas infinitas páginas de historias con palabras de auténtica devoción.

¿Por qué amas, corazón?

Eres como el tiempo, eterno guía y compañero de viaje hasta la última respiración.

No tengo fe, pero soy creyente.

Apuesto, pero no soy jugador.

No veo, pero soy vidente.

Tengo miedo, pero vivo sin temor.

2 comentarios:

ANA SAN LEANDRO Y SUSANA SAN LEANDRO dijo...

Solo te puedo decir... GRACIAS POR TU BLOG. Sigue escribiendo por favor. Un fuerte abrazo

Acuarius dijo...

saludos..