27/3/08

Secretos

Abrí sus ojos de par en par para contemplar su alma a la luz de la Luna. Navegué a través de sus labios hasta su corazón, y allí decidí echar raíces para que su luz y su amor regaran la planta que comenzaba a crecer temerosa, poco a poco, abriéndose paso en éste mundo anodino y cruel.

Bajo el inmenso mar de sus penas exploré hasta los más recónditos paisajes, sanando las heridas y calmando las embravecidas corrientes que arrastraban recuerdos, pasiones y agonías. Numerosos personajes se daban cita en miles de islas desiertas, a modo de espejo de un pasado que se resistía a dejarla marchar.

Una susurro casi imperceptible podía oírse meciendo las hojas de los árboles; eran las voces del pasado, que como invisibles cuerdas amarraban su espíritu para que no pudiera volar libre. Se comportaban como un juez implacable que conocía sus puntos flacos y que gota a gota minaba su moral hasta manipularla a su antojo.

Parecía curioso, casi irreal, que su presente estuviera gobernado por su pasado. Lejos de constituir una mera referencia y una base de datos de experiencias, era toda una central de mando que en determinados momentos dictaminaba lo que se debía hacer, convirtiéndola en una esclava de sus miedos.

Como no podía gobernar el barco de su presente, intentaba volcarse en sus proyectos futuros. Condicionaba sus deseos, esperanzas e ilusiones a un futuro que nunca llegaba, y se consumía poco a poco como las últimas ascuas de un fuego antaño ardiente. Se olvidó de vivir el presente, y su día a día se mudó al gris, engalanado con cuadros vacíos y películas en blanco y negro.

...

Hace falta mucho valor, mucha fuerza y mucho amor para dejar de escuchar esas voces y vivir el presente con la intensidad que se merece: es un momento irrepetible. No debemos aferrarnos a nuestros miedos, ni al pasado, ni al futuro, ya que lo único que existe es el presente y es nuestra única oportunidad de sentirnos vivos.

3 comentarios:

Chío dijo...

Una representación muy gráfica de la peor plaga de nuestra era: estamos tan ocupados con lo que fue y lo que será, que nos olvidamos de lo que es.

Carmen Azahara dijo...

Me he enamorado de tu blog gracias a este relato. Como dice chío, lo que nos cuentas en tu escrito es una de las grandes enfermedades de nuestra sociedad.

darYrecibir dijo...

tal cual "lo único que existe es el presente" gracias por este recordatorio!