tag:blogger.com,1999:blog-54352533832334650822024-03-13T23:10:59.329+01:00La quintaesencia del tiempo...Un espacio de reflexión, introspección y conocimiento.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.comBlogger33125tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-82325551475694932562011-11-25T10:45:00.001+01:002011-11-25T14:09:34.672+01:00Interior<div style="-webkit-text-size-adjust: auto; -webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: arial; font-size: small; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: normal; orphans: 2; text-align: -webkit-auto; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">
</div>
<br />
A veces busco palabras para describir lo que siento<br />
en el hueco profundo y quedo de mi alma,<br />
pero el silencio es la única respuesta que obtengo<br />
y ni siquiera eso me proporciona calma.<br />
<br />
La soledad se ha transformado en mi sombra,<br />
un escudero obstinado en días tristes y vacíos.<br />
No hay noche que la oculte, no hay lluvia que la esconda,<br />
una banda sonora que me envuelve en silencio.<br />
<br />
Mudos son mis ojos, escaparates del universo infinito,<br />
perdidos en la inmensa llanura solitaria que es la nada,<br />
heridas son mis lágrimas, lento y ardiente testimonio,<br />
recursos fáciles en medio de la tormenta que estalla.<br />
<br />
Cada paso representa por sí mismo una historia,<br />
narrada con voces en do menor solemne y taciturno.<br />
Como la melodía de un arpa sin cuerdas ni memoria,<br />
que envuelve con sus ramas un tronco ancho y robusto.<br />
<br />
Éste el cuento del interior.<br />
Tantas veces dibujado.<br />
Frecuentemente recorrido.<br />
Nunca antes descrito.<br />
<br />
Palabras deshilachadas, cosidas con agua y carne.<br />
Un boceto extraño, seductor y firme que cautiva,<br />
a todo aquel que no escapa de su atracción insaciable.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-48970147553033837582011-07-31T13:21:00.000+02:002011-12-20T16:39:49.194+01:00Invisible<div style="text-align: justify;">
Te miro a los ojos y me pierdo en ellos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Veo tu angustia. Mi angustia. Tu dolor. Mi dolor. Nuestra vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Apenas reconozco la imagen que veo reflejada, desfigurada por la curvatura de tu alma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me quisiste. Te quise. Nos quisimos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo nunca pude atravesar el cristal que nos separaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No recuerdo cuándo apareció. Sólo recuerdo el día que quise cogerte de la mano y no pude.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No podía, o quizá no quería verlo, pero ahí estaba entre nosotros; separando nuestros mundos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fué la despedida más triste de mi vida. Me sentí como Dante bajando a los infiernos por voluntad propia. En un laberinto sin minotauro que yo mismo había construído y que durante mucho tiempo se había encargado de mantenerme insensible a lo que en verdad estaba ocurriendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nada podía prepararme para aquella experiencia. No había consuelo posible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi mente entendía perfectamente la razón que me empujó a hacerlo. El cristal ya no era invisible, y hacía evidente lo que hasta este momento no había sido más que un leve susurro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi corazón no comprendía nada. Lo cortó en dos la implacable precisión quirúrjica de mi mente, y de repente, ese otro corazón con el que tantas cosas había compartido ya no estaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo empujé lejos de mi vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Era la crónica de una muerte anunciada. Un triste soneto para una aventura con moraleja pero sin final feliz.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora ya no hay cristal. No hay nada. Sólo quedamos mi mente, mi corazón y yo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sólo el profundo sentimiento y la convicción de haber hecho lo correcto, me sirven como apoyo. Y espero que como lección: una que espero no volver a repetir.</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-21106480539035926762010-12-16T23:47:00.000+01:002011-11-25T13:12:19.562+01:00Relato de un absurdo<div style="text-align: justify;">
Buenos días, tardes o noches.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sí, te saludo a ti, lector casual de esta sucesión de palabras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No, no voy a dictar un auto acerca de la razón que te ha llevado hasta aquí; eso es algo que sólo tú conoces, y por el momento no es necesario que lo compartas con nadie.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tal vez, ni tú mismo estés seguro de ello. En ése caso, quizá deberías retroceder algunas páginas en tu libro para encontrar la cadena de acontecimientos que han guiado tus pasos hasta esta trampa tejida de talco y carbón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué pasaría si ahora mismo fuera yo el que te estuviera leyendo a ti? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde el otro lado del espejo, en el cómodo sofá tapizado azul oscuro de mi salón, en este instante estoy leyendo algunos capítulos al azar del libro de tu vida. Es justo reconocer que seguramente es uno de los volúmenes más grandes que han pasado por mis manos, aunque una parte considerable del mismo está en blanco; todavía falta mucho por escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pese a ello, eres sin duda la mejor historia que he tenido la oportunidad de seguir. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunos capítulos me han conmovido profundamente. Atravesaste etapas que fueron dignas de ser escritas, por la carga emocional que las acompañaba y la trascendencia que tuvieron en tu evolución. Fueron lecciones duras, no me queda la menor duda, y las escribiste lo mejor que pudiste en cada momento; ya no es tiempo de reescribirlas, sólo de releerlas y aprender de ellas. Estoy seguro que sabes perfectamente de qué te hablo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otros evocan lejanos recuerdos que bien podrían ser los míos propios. Cuentan historias en blanco y negro, unas más importantes, otras intrascendentes. Todas aparente fruto del árbol de la casualidad adornadas por estar en el lugar concreto en el momento concreto. Representan la mayoría de capítulos del libro, y conforman el hilo conductor de la historia. Quizá algunos puedan parecer insignificantes, otros puede que te cueste recordarlos, pero todos están ahí, y todos forman parte de ti como tú de ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay sin embargo, unos pocos capítulos que son realmente especiales. Están guardados en lo más profundo de tu corazón y son tu pertenencia más preciada. Huelen a felicidad, tienen el sabor de la alegría en sus páginas, marcados por los colores de tu infancia, adolescencia y/o madurez. Cada vez que los recuerdo no puedo evitar sonreir; seguramente tú tampoco puedes evitarlo. Son estos pocos capítulos los que dan fuerza, los que contienen la esencia propia del libro, los que le dan sentido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todos y cada uno de los capítulos son imprescindibles. Sin todos ellos no podría entenderse el libro del mismo modo. Si alguno fuera distinto, quién sabe cómo hubiera evolucionado la historia. Y es la suma de todos estos capítulos la que consigue que en éste momento de tu vida, tú estés a un lado del espejo y yo al otro. Leyéndonos, observándonos, conociéndonos. </div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Por todas estas razones, estoy ansioso por seguir leyendo. Hay tantas cosas que desearía saber cómo terminan.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Uy, pero a todo esto... ¿estoy hablando de tu libro o del mío? ¿O es que todo el tiempo hablaba de la misma historia?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Realmente no importa... a fin de cuentas, hay ocasiones en las que los razonamientos más absurdos despejan las incógnitas más lógicas... Quizá sea ahora un buen momento para dejarnos llevar por la locura.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y si el capítulo que estamos leyendo no es de tu agrado... siempre puedes terminarlo y comenzar el siguiente </div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-57924978948039439962010-06-04T20:11:00.018+02:002011-11-25T11:05:45.256+01:00Los ecos del silencio<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Un soplo de aire fresco lo despertó súbitamente, devolviéndole la conciencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante breves instantes creyó despertar entre mullidos almohadones de plumas y delicadas sábanas bordadas que envolvían por completo su cuerpo. El olor a pan recién hecho se colaba por la ventana mientras los primeros rayos de sol dibujaban formas caprichosas en la pequeña habitación.<br />
<br />
Alargó la mano en un vano intento por alcanzar la jarra de agua fresca que descansaba junto a la cama, pero entre sus dedos sólo se escurrió arena.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La guerra estalló de improviso, atrapándolo entre sus crueles garras como a uno de tantos otros. Era un chico despierto, de mirada curiosa y siempre alegre cuando el mundo que le rodeaba se derrumbó como un castillo de naipes, mostrándole una realidad del ser humano y de la propia vida que jamás hubiera podido imaginar. Apenas habían transcurrido unas semanas desde el comienzo de los combates y el brillo de sus ojos se había apagado por completo. Toda la bondad y la alegría que formaban parte de él hasta hace poco dieron paso a resentimiento, intenso odio y profunda tristeza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo comenzó una tranquila mañana de septiembre. El chico jugaba con su perro junto al viejo palmeral que descansaba en la carretera a escasos kilómetros del pueblo. Era un muchacho bastante alto para su edad, de intensos ojos marrones y complexión fuerte. Todavía era joven, pero se adivinaban en él atractivos rasgos que ya lo hacían un apuesto pretendiente para muchas mujeres. Los mechones le caían sobre la frente formando rizos caprichosos, y su perfecta dentadura lo hacía más propio de un anuncio que de un pequeño pueblo perdido en un oasis.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con frecuencia, le decían que había heredado lo mejor de cada miembro de la familia. El físico de su padre, la inteligencia de su abuelo materno, la habilidad con las manos de su abuela paterna y la dulzura de su madre. Había completado sus estudios elementales con excelentes calificaciones, y ahora anhelaba ir a la universidad de la gran ciudad a estudiar ciencias, para entender los fenómenos del mundo y del universo. Por fin se haría realidad su sueño y el de su padre, que después de toda una vida trabajando como alfarero estaba convencido que el futuro de la familia dependía del camino que siguiera su prometedor primerizo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su hermana admiraba profundamente a su hermano mayor, y lo quería con locura. Era una chica risueña, un año menor que él y de rasgos muy bellos. Un espíritu libre que, desde bien pequeña, se negó a someterse a tradiciones que consideraba degradantes. Sus ojos increíblemente negros y profundos como la noche eran la perdición de los hombres que se atrevían a navegar en ellos. Su largo cabello, combinado con sus delicados brazos y sus vigorosas curvas la transformaban pese a su edad, en toda una mujer; sueño de muchos, fantasía de unos pocos, propiedad de ninguno. Algunos la llamaban zulaikhah, que significa "mujer tan linda que maravilla a todos" en árabe, aunque su verdadero nombre era Khadiha, en honor a la primera esposa del Profeta Maomé.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El calor había otorgado una aparente tregua a los habitantes del pueblo en forma de unas pocas nubes distribuidas al azar bajo el sol abrasador; no obstante, proporcionaban una sombra que no merecía ser despreciada. Fue la excusa perfecta para escapar de las obligaciones cotidianas y dar un paseo con su perro; con algo de suerte, podría cazar algo en el palmeral que se escondía entre las inertes paredes del desierto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se dirigió con paso firme hasta el final de la plaza que constituía la entrada del pueblo. Escondido en un pequeño valle, conformaba un diminuto paraíso en aquella inhóspita tierra desde tiempos inmemoriales, cuando las caravanas que cruzaban el desierto paraban en el oasis para resguardarse y conseguir el bien más preciado: agua. Se encaramó sobre una de las paredes y contempló la extraña combinación de colores que se extendía ante su mirada; el azul intenso del cielo contrastaba con el dorado de las dunas y el color rojizo de las islas de piedra en el inmenso mar de arena. En medio del infinito se alzaba una gota pintada de verde y azul profundo como por arte de magia, consecuencia del deseo concedido por algún genio hace ya mucho tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se encontraba sumido en sus pensamientos mientras jugaba con el perro, tirándole un pedazo de palmera que el animal iba raudo a buscar para luego devolvérselo a su dueño. De repente, un ruido ensordecedor creció en el horizonte. En pocos minutos, una especie de silbidos recorrieron el cielo seguidos de una serie de intensas explosiones que lo empujaron como una hoja de papel contra el suelo, dejándolo inconsciente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando despertó, apenas pudo incorporarse para contemplar el nefasto espectáculo en el que se había convertido el otrora incomparable oasis. El cielo, ennegrecido por el humo, era un espectador impasible de la horrible imagen que se dibujaba ante él: el pueblo (o más bien lo que quedaba de él), estaba envuelto en inmensas llamas que consumían lo poco que quedaba en pie. Con lágrimas en sus ojos pero sin fuerzas, el muchacho perdió el conocimiento otra vez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En lo que pareció una eternidad, recobró la conciencia nuevamente. Asustado, dirigió sus pasos hacia su casa con la esperanza de encontrar a sus padres o su hermana. El espectáculo era dantesco, y a medida que avanzaba tuvo que detenerse en varias ocasiones para vomitar debido al olor nauseabundo y a los fragmentos de cuerpos que encontró en el camino. Sentía un pánico terrible que le empujaba a huir de allí para esconderse en cualquier lugar recóndito, pero la necesidad de encontrar a su familia era más fuerte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando llegó a los restos de su casa, descubrió que había desaparecido por completo. Toda su familia, su vida, se había esfumado en cuestión de minutos, y ahora se sentía un naufrago en medio del desierto sin saber qué hacer ni donde ir. La desesperación se apoderó de él, cayó al suelo y lloró amargamente durante largo rato.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tiempo después, se apoyó sobre el tronco de lo que había sido una frondosa palmera. Transcurrió mucho tiempo así, en silencio, contemplando lo que hasta unas horas antes había sido su casa. Deseaba con todas sus fuerzas que sus padres hubieran ido de compras al gran mercado de la ciudad, o que decidieran visitar a los exóticos comerciantes que acampaban a escasos kilómetros de la costa, pero apenas albergaba esperanza alguna. Desde que volvió al pueblo no encontró a nadie con vida, y su único compañero había sido un macabro e inquietante silencio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces pudo verla bajo los fragmentos de una pared. Vio el grácil brazo de su hermana asomar bajo los escombros, adornado aún por el precioso brazalete dorado que un día perteneció a su abuela. Corrió hasta ella, y con todas sus fuerzas apartó todo lo que aprisionaba su frágil cuerpo mientras gritaba su nombre, intentando traerla de vuelta a cualquier precio. Tenía la piel desgarrada y sangraba abundantemente. Sus piernas estaban atrapadas bajo un gran bloque de piedra, y su hasta hace pocas horas bello rostro estaba ahora deformado por golpes y fracturas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La abrazó con todas sus fuerzas y lloró desconsoladamente. Estaba tan desesperado que no advirtió que el cuerpo que sostenía en brazos aún albergaba algo de vida en su interior. Cuando ella, susurró dulcemente su nombre en voz baja el corazón le dio un vuelco. Pudo contemplar los ojos de su querida hermana abiertos, negros, profundos… Extendió su delicado brazo y acarició el rostro de su hermano mientras una sonrisa envolvía su golpeado rostro como una cálida manta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Te quiero…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su último aliento abandonó el cuerpo en aquel momento, y el brazo cayó inerte al suelo. Las lágrimas volvieron a poblar sus ojos mientras sostenía el cuerpo de su hermana muerta en sus brazos, y un grito proveniente de lo más profundo de su alma ahogó su garganta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante días vagó como un espectro por el desolado poblado. Apenas podía conciliar el sueño, y la escasez de agua y comida comenzaron a trastornarlo poco a poco. Pasó horas en silencio ante la pobre tumba que construyó con sus manos para su hermana, hasta que un día aparecieron unos extraños vehículos con personajes que parecían salidos de alguna leyenda de los habitantes del desierto. No supo que no eran otras de las muchas alucinaciones que jugaban con su mente hasta que uno que hablaba su idioma se acercó a él al percatarse que el chico estaba aún con vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre varios, le dieron comida y agua, y poco a poco fue restableciéndose lo suficiente para pedirle que les acompañara. Aunque él se negaba a abandonar su pueblo y los cuerpos de sus padres y su</div>
<div style="text-align: justify;">
hermana, le hicieron entender que si no aceptaba ir con ellos de buen grado les acompañaría por la fuerza. Antes de verse obligado a abandonar para siempre su casa, se acercó por última vez a la sepultura de su hermana y depositó entre lágrimas una flor del desierto que ella le había regalado por su cumpleaños.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No fue hasta tiempo después, en un hospital de la ciudad, donde le explicaron que los mismos que lo habían "rescatado" eran los mismos que habían matado a su familia y transformado su pueblo en ruinas. La mayoría de medios de comunicación occidentales apenas se hicieron eco del suceso, y sólo unos pocos rezaban en sus titulares el "lamentable error" de las fotografías aéreas y los datos de los servicios de información, que les hicieron creer que los graneros del pueblo se trataban en realidad de laboratorios clandestinos de armamento. Nuevas e inocentes víctimas que se añadían a la interminable lista de daños colaterales de una guerra que se jactaba de ser una de las menos sangrientas de la historia. Con suerte, quizá al finalizar el conflicto algún monumento se levantaría como un testigo mudo de aquellas personas, ecos del silencio de una guerra que nunca tiene vencedores, sólo vencidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y así fue como aquel chico humilde, inteligente, de mirada triste y corazón roto en mil pedazos comenzó a despreciar la vida humana. Sus días antaño azules y vivos se tornaron grises y apagados, en un latir que poco a poco se desvanecía con el transcurrir de los días. Perdió toda esperanza en sí mismo, y se refugió al amparo de otros que rápidamente supieron manipularlo y aprovecharse de su terrible sufrimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Transformaron su tristeza en ira, su dolor en fe inquebrantable e incrementaron su desprecio contra los asesinos de su familia. Le enseñaron que su deber era luchar, y su destino la venganza para alcanzar la gloria. Se volvió huraño, intolerante y agresivo. Enfocó toda su habilidad e inteligencia en la organización y preparación de próximos atentados, pero por las noches dormía atormentado por los ojos de su hermana, que una y otra vez lo miraban intentando decirle algo…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tras semanas de adiestramiento, terminó envuelto de explosivos y abandonado en un centro comercial, convencido que ésa era la única manera de vengar la muerte de su familia y ser digno a ojos de Dios convirtiéndose en un mártir. Los últimos segundos transcurrieron muy lentamente, y el tiempo pareció detenerse por completo. Examinó los ojos de las personas que paseaban a su alrededor ajenas al fatídico momento buscando cualquier excusa que justificara aquella matanza…</div>
<div style="text-align: justify;">
pero no encontró nada. Los niños gritaban y corrían de aquí para allá, las parejas se besaban y se dedicaban románticas miradas, y las familias paseaban por el centro comercial disfrutando de aquel</div>
<div style="text-align: justify;">
precioso domingo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fue como despertar de un sueño, pero ya era demasiado tarde… Sólo tuvo tiempo de cerrar los ojos y suplicarle perdón a Dios antes de que la bomba detonase. Una última lágrima resbaló por su mejilla mientras volvía a ver los profundos ojos de su hermana observándole con tristeza. Los explosivos rasgaron de forma violenta las vidas de todos aquellos inocentes que paseaban por el centro comercial ése día.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los ladridos de Toby lo despertaron de repente… Por un momento se sintió desconcertado, pero cuando contempló a través de la ventana de su despacho al chico despierto y de mirada curiosa jugando alegremente con el perro experimentó un gran alivio. Advirtió que todavía sostenía el periódico en la mano izquierda, y no pudo evitar fijar su atención en una de tantas historias anónimas que pasan normalmente desapercibida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo al contemplar la foto que enmarcaba aquel artículo; los ojos del chico desconocido que protagonizaba la imagen relataban una historia que bien podía ser muy similar a la que él apenas hacía unos minutos acababa de vivir en su agitado sueño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En ese momento fue más consciente si cabe de cuanto le rodeaba; el viento que jugaba perezoso con las ramas de los árboles, las risas del personal de servicio que conversaban de forma distendida, el suave aroma del jazmín en la escalinata del patio sur y la cálida temperatura que acompañaba aquellos últimos días de primavera, previos a la entrada del verano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Conmocionado aún por el reciente sueño, no pudo reprimir las lágrimas que comenzaron a resbalar poco a poco por sus mejillas. Las imágenes, todavía recientes, se le agolpaban en la mente mientras podía sentir la arena caliente escurriéndose entre sus dedos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se encontraba sumido en sus pensamientos cuando una voz lo trajo de vuelta a la realidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Señor Presidente, todo está listo para la reunión del Consejo de Seguridad Nacional. El Vicepresidente, el Secretario de Estado así como los generales de los diferentes cuerpos de seguridad de la nación han llegado con sus respectivos equipos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Joseph, su asesor y hombre de confianza parecía agitado. Vestido con un impecable traje azul oscuro, aspiró profundamente un cigarrillo medio apagado mientras sostenía una serie de carpetas con documentación clasificada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Estupendo Joseph. Dame un minuto para que ordene mis pensamientos y vamos para allá.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Thomas, te encuentras bien? Te noto un poco extraño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Sí, por supuesto. No te preocupes. Necesito sólo un momento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando Joseph cerró la puerta, contempló unos instantes los papeles que tenía desordenados sobre el escritorio. De él dependía la difícil decisión de iniciar la guerra con un país hostil que había renunciado a detener y a someter a inspección internacional su programa de investigación nuclear.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No era una decisión fácil, y lo sabía. Era inevitable que miles de personas fallecieran directa e indirectamente a consecuencia del conflicto. Algunas tenían responsabilidades directas sobre las decisiones que habían empujado a tomar este camino, la mayoría eran inocentes de todo lo anterior, pero ninguna merecía la muerte; ¿quién era él para decidir sobre la vida o la muerte de la gente?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No tenía elección. Era únicamente la cara pública de una maquinaria económica invisible al resto del mundo, que se nutría de los conflictos armados para generar inmensas cantidades de dinero. Esta maquinaria había financiado sus campañas y lo había empujado hasta la presidencia del país. Gracias a ellos había alcanzado la cúspide de su carrera, y estaba obligado a seguir las "recomendaciones" que le hacían llegar a través de alguno de sus discretos canales de comunicación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ellos eran sus verdaderos jefes, y no los millones de electores que lo habían elegido en las urnas democráticamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Exhaló lentamente, deseando encontrarse en cualquier otro lugar del mundo mientras secaba con su pañuelo una lágrima que había quedado rezagada. La suerte estaba echada, y él siempre apostaba al caballo ganador. No dejaría que un estúpido sueño lo alejara de una carrera forjada durante toda una vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Abandonó el despacho presidencial junto a Joseph, un día más, rumbo a una reunión más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El despacho quedó vacío, ajeno a las pisadas que se alejaban por el pasillo y al estrés cotidiano que envolvía la vida en la sede presidencial. Ahora sólo lo habitaban los ecos del silencio que cada día le recordarían las vidas que él enmudeció con sus decisiones...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-33818379389730193642009-01-19T20:42:00.000+01:002011-11-25T13:57:49.219+01:00En un par de latidos...¿Por qué odias, corazón?<br />
<br />
Eres como la Espada de Damocles, que rasga invisible y certera hasta la última razón.<br />
<br />
¿Por qué lloras, corazón?<br />
<br />
Cantas y recitas todas las estrofas que componen la triste sinfonía de tu última canción.<br />
<br />
¿Por qué dudas, corazón?<br />
<br />
Eres como el viento, que entra, sale, sube y baja desde inicios de verano hasta la última estación.<br />
<br />
¿Por qué sientes, corazón?<br />
<br />
Sonríes y llenas infinitas páginas de historias con palabras de auténtica devoción.<br />
<br />
¿Por qué amas, corazón?<br />
<br />
Eres como el tiempo, eterno guía y compañero de viaje hasta la última respiración.<br />
<br />
No tengo fe, pero soy creyente.<br />
<br />
Apuesto, pero no soy jugador.<br />
<br />
No veo, pero soy vidente.<br />
<br />
Tengo miedo, pero vivo sin temor.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-33169202566700581202008-10-07T15:23:00.000+02:002011-11-25T13:58:02.402+01:00Pelotas, arena y café<div style="text-align: justify;">
<i>Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. </i><br />
<br />
<i></i><br />
<i>Después, preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vacío dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí. </i><br />
<br />
<i>Después, el profesor cogió una caja con arena y la vacío dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos. El profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime. El profesor, rápidamente añadió dos tazas de café al contenido del bote y, efectivamente, llenó todos los espacios vacíos entre la arena. </i><br />
<br />
<i>Los estudiantes reían.</i><br />
<i> </i> </div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo: "Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada más nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas. Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche… La arena es el resto de las pequeñas cosas".</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Continuó diciendo:</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Ve con tu pareja a cenar, juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, practica deporte, disfruta con tu afición favorita…".</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>.. y terminó con:</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café. El profesor sonrío y le dijo:</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"¡Me encanta que me hagas esta pregunta!. El café es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos tazas de café con un amigo."</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>- Anónimo</i></div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-72413413282190495752008-05-16T23:29:00.005+02:002011-11-25T11:03:30.825+01:00As de diamantes<div style="text-align: justify;">
Llueve. El cielo está cubierto por un denso e impenetrable manto de nubes, creando una atmósfera más propia de una película de terror que de una mañana de primavera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La lluvia desdibuja por completo el paisaje cotidiano de la ciudad, creando caprichosos espejos sobre el anodino asfalto y aliviando a la escasa naturaleza presente en la ciudad del humo y la contaminación durante unos breves minutos. La gente huye en busca de un lugar donde cobijarse, dejando la inmensa avenida sumida en una aparente calma, a la espera de que el tiempo otorgue una tregua. Sólo una persona parece ajena al estrés provocado por las gotas de agua golpeando contra el suelo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con un cigarrillo medio apagado aún en los labios, esboza una disimulada sonrisa cuando contempla a los esclavos del tiempo en su lucha diaria contra el reloj; por suerte él ya no forma parte de ése selecto club…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A sus sesenta años ha visto nacer y morir muchas estaciones. Su antaño tez blanca se ha transformado en una alfombra tostada por el sol; las inclemencias de la vida en la calle han acentuado sus arrugas, que ahora son mucho más numerosas de lo que se podría esperar a su edad, dándole un aspecto más viejo y cansado. Sus manos se asemejan a mapas medievales, marcados por multitud de cicatrices e historias, pero que aún mantienen la agilidad y el vigor de un mago. Los diminutos pero profundos ojos azules, inquietos, fríos como témpanos de hielo atraen la atención de todo paseante que se tropieza con ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Años atrás, era un joven apuesto y adinerado cuyo único afán era acumular la mayor fortuna, conquistar las mujeres más exuberantes y pagar los caprichos más selectos. Era, como casi todos los rostros que observaba cada día en la calle, una persona obsesionada por el tiempo y por el dinero, que pensaba que la felicidad sólo se encontraba asociada a los bienes materiales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo apodaron el “As de Diamantes”, debido a que sus inversiones siempre reportaban enormes beneficios y a su gran afición al póquer. Apostó, ganó y perdió fortunas que asustarían a la mayoría, pero él no le temía a nada. Su arrogancia llegó a tal punto hizo forjar una delicada lámina de plata con un as de diamantes, que se convirtió en su amuleto y símbolo de prestigio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero un día, la suerte se volvió en su contra. Una arriesgada maniobra económica llevó a la quiebra a sus mayores empresas, y le obligó a vender sus lujosas propiedades para saldar deudas. Sus amigos lo abandonaron, así como las mujeres que le juraban amor eterno, quedándose completamente solo. A los pocos meses, terminó viviendo en la calle porque no le quedaba ni un centavo y no podía ni siquiera pagar el peor alojamiento de la ciudad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, ahora se siente más vivo que nunca. Lo ha perdido todo, pero no le falta nada. Juega con algunos amigos al ajedrez, da de comer a los pájaros todos los días, y contempla cada mañana amanecer desde el pantalán del puerto. La gente del barrio le da comida cada día, y nunca le falta un lugar donde pasar la noche o guarecerse del tiempo. Incluso ha adoptado un perrillo abandonado que salvó de morir ahogado, el cual se ha convertido en su inseparable compañero siguiéndolo a todas partes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Disfruta la felicidad y tranquilidad que le aportan esas pequeñas cosas, y es más consciente de todo cuanto le rodea. Así, tras sus ojos fríos como témpanos de hielo ahora hay siempre una cálida sonrisa dispuesta a regalar algún cuento a los niños que se acercan a escucharlo en la plaza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un día, mientras contempla el reflejo de los decadentes e iluminados edificios sobre las tranquilas aguas del puerto sus dedos acarician algo entre sus escasas pertenencias que le evoca recuerdos de una vida triste y vacía. Esboza una ligera sonrisa, inspira profundamente, cierra los ojos y tira la lámina de plata con el as de diamantes al mar; ya no le hace falta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es más feliz sin nada más que aire en los bolsillos.</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-54728109116599513492008-03-27T16:36:00.004+01:002011-11-25T13:58:27.717+01:00Secretos<div style="text-align: justify;">
Abrí sus ojos de par en par para contemplar su alma a la luz de la Luna. Navegué a través de sus labios hasta su corazón, y allí decidí echar raíces para que su luz y su amor regaran la planta que comenzaba a crecer temerosa, poco a poco, abriéndose paso en éste mundo anodino y cruel.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bajo el inmenso mar de sus penas exploré hasta los más recónditos paisajes, sanando las heridas y calmando las embravecidas corrientes que arrastraban recuerdos, pasiones y agonías. Numerosos personajes se daban cita en miles de islas desiertas, a modo de espejo de un pasado que se resistía a dejarla marchar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una susurro casi imperceptible podía oírse meciendo las hojas de los árboles; eran las voces del pasado, que como invisibles cuerdas amarraban su espíritu para que no pudiera volar libre. Se comportaban como un juez implacable que conocía sus puntos flacos y que gota a gota minaba su moral hasta manipularla a su antojo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Parecía curioso, casi irreal, que su presente estuviera gobernado por su pasado. Lejos de constituir una mera referencia y una base de datos de experiencias, era toda una central de mando que en determinados momentos dictaminaba lo que se debía hacer, convirtiéndola en una esclava de sus miedos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como no podía gobernar el barco de su presente, intentaba volcarse en sus proyectos futuros. Condicionaba sus deseos, esperanzas e ilusiones a un futuro que nunca llegaba, y se consumía poco a poco como las últimas ascuas de un fuego antaño ardiente. Se olvidó de vivir el presente, y su día a día se mudó al gris, engalanado con cuadros vacíos y películas en blanco y negro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace falta mucho valor, mucha fuerza y mucho amor para dejar de escuchar esas voces y vivir el presente con la intensidad que se merece: es un momento irrepetible. No debemos aferrarnos a nuestros miedos, ni al pasado, ni al futuro, ya que lo único que existe es el presente y es nuestra única oportunidad de sentirnos vivos.</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-92186860913331243712008-03-10T17:40:00.002+01:002008-03-10T17:44:37.748+01:00Fondos de escritorio del HubbleEl fantástico telescopio espacial Hubble dejará de realizar su labor dentro de un tiempo. Después de años ofreciendo espectaculares imágenes del universo y de permitir explorar los secretos del cosmos, será sustituido por el telescopio espacial James Webb en el 2013.<br /><br />Aquí dejo un enlace con algunas de las mejores imágenes tomadas por el Hubble, preparadas para ser utilizadas como fondo de escritorio; merece la pena perder unos minutos en contemplarlas.<br /><br /><a href="http://hubblesite.org/gallery/wallpaper/">Fondos de escritorio del Hubble</a><br /><br />El ser humano intenta buscar explicaciones para entender el universo desde nuestro punto de vista. Quizá el verdadero hecho de tomar conciencia que somos una minúscula mota de polvo perdida en el infinito, y que todos vamos en el mismo barco, podría hacer cambiar un poco las cosas y aparcar el egoísmo absurdo que nos rodea...<br /><br />A continuación aparece una imagen de la Nebulosa de Orion, un fragmento de mi constelación preferida.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinTTraYdqqDjOs8ngQpqioMffg570M2RKU8kQykzX385OjU1FyU5oILgejFRgkF7BpwAIUWpfqqolGIXtrFvbAwdv8heZYZL3wlfp0Ng9YKQuZH-mw8Q_VY2SVhRMfPmDWse1YdEdUnPWr/s1600-h/Orion.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinTTraYdqqDjOs8ngQpqioMffg570M2RKU8kQykzX385OjU1FyU5oILgejFRgkF7BpwAIUWpfqqolGIXtrFvbAwdv8heZYZL3wlfp0Ng9YKQuZH-mw8Q_VY2SVhRMfPmDWse1YdEdUnPWr/s320/Orion.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5175896665454091586" border="0" /></a>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-45132912536259376982008-03-08T21:47:00.003+01:002011-11-25T13:58:48.159+01:00Lágrimas de una estrella<div style="text-align: justify;">
El cielo despertó perezoso, rasgado por las primeras luces del alba. El silencio, roto sólo por el trinar de los pájaros, cubría como un manto casi imperceptible el rocío que se acumulaba sobre el pasto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una figura se recortaba en el horizonte. La brisa acariciaba su rostro, y el frío del amanecer la envolvía mientras en sus ojos se reflejaba el paisaje de la meseta. Una alfombra verde se dibujaba hasta el horizonte, salpicada por pequeños grupos de árboles y algunas piedras de granito que, como mudas espectadoras daban fe de la compleja historia del ser humano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Era una persona fuerte, de corazón honesto y que procuraba vivir sin dañar a los demás. La vida le había enseñado muchas cosas; siempre había intentado aprender de ella, asumiendo que lo bueno y lo malo forman parte de la misma. Multitud de experiencias habían forjado su espíritu, y durante muchos años se dedicó a vivir persiguiendo su propio camino. Creía fírmemente en la bondad del ser humano, y estaba convencida que pese a todas las desgracias que asolaban el mundo, el buen corazón de las personas siempre se abría camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero ese día se sentía una persona distinta... Su mirada se posó sobre los titulares de un periódico antiguo que descansaba sobre la escalinata. La desilusión y la tristeza bañaron sus ojos en lágrimas, y no pudo reprimir un desconsolado llanto. Se sentía una extraña en un lugar desconocido; no comprendía las razones que podían empujar a un ser humano a cometer actos tan crueles y despiadados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"El ser humano nunca ha tenido peor enemigo q sí mismo", murmuró en voz baja.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No era ninguna sorpresa... Desde los albores de los tiempos, la humanidad había librado guerras y barbaries; prácticamente ninguna nación se libraba de tal definición. Parecían cuentos de una anciana, pero casi todas las naciones habían sido perseguidoras y perseguidas. Se cumplía a la perfección la frase de "Aquellos que no aprenden de la historia, están condenados a repetirla".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las lágrimas resbalaban poco a poco por sus mejillas mientras en su mente se agolpaban imágenes vistas multitud de veces en los medios informativos; las personas eran capaces de los actos más heoricos o los más viles imaginables. La sociedad actuaba movida por el egoísmo, el consumismo y el materialismo, dejando de lado todo aquello que era realmente importante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La libertad era cuestionada en innumerables ocasiones, unas mediante la violencia y otras mediante el abuso. ¿Acaso era ésta la culminación de la evolución humana? ¿Merecía la pena acaso todo el camino recorrido hasta aquí? Desde luego, eran preguntas de difícil respuesta... pero su corazón le gritaba que no cediera a las dificultades, que se negara a ser partícipe de esa triste obra de teatro y que luchara; una sonrisa, un gesto o una mirada de agradecimiento bien valían todo aquello.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque ella sólo representaba un minúsculo grano de arena en un interminable desierto, estaba convencida que ninguno de sus esfuerzos sería en vano. No dejaría de luchar, y de intentar hacer del mundo un lugar mejor. Una gota de agua quizá podría parecer insuficiente, pero miles de gotas de agua podían crear un torrente capaz de quebrar montañas o sumergir países enteros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Levantó su mirada hacia el cielo y vio la última estrella llorando en el horizonte... Pero no eran lágrimas de tristeza, sino de esperanza; aún en las más oscuras tinieblas, siempre hay una llama que nunca se apaga...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-12292740401753357102008-02-29T16:43:00.003+01:002011-11-25T13:58:57.157+01:00Murallas de cristal<div style="text-align: justify;">
Desde niño, perseguía cometas por los parques intentando alcanzar con ellas los pies de alguna estrella. Era príncipe de un inmenso reino; un vasto paraje salpicado de montañas, prados y bosques en el que habitaban ogros, caballeros, princesas y dragones que se escondían detrás de las puertas, temerosos de que sus padres pudieran verlos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Adornó el lienzo de su vida con colores vivos y experiencias al compás de la música. Su escenario dibujaba un atardecer estival en una playa a orillas del Mediterráneo, mientras incontables trazos mostraban una vida repleta de cambios de alcoba y una maleta a cuestas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con el tiempo, se convirtió en una referencia para el resto de personas. En los momentos difíciles se perfilaba como un faro que iluminaba los oscuros recovecos de la vida, un alquimista capaz de transmutar el miedo en amor y un mago que encantaba a sus oyentes con la reconfortante melodía que acompañaba a sus palabras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tuvo que enfrentarse a los más fieros demonios, aquellos que moraban en su interior, y resultó victorioso. Navegó entre desiertos, caminó sobre océanos y buceó bajo huracanes, sorprendiendo a propios y extraños con la vida que eligió para sí mismo. Muchos lo tacharon de lunático, soñador e infantil, en un vano intento por hacerle olvidar su locura; no se equivocaban, pero él se mantuvo firme y seguro rumbo a donde quería llegar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No eligió un camino fácil, pero las satisfacciones y los logros compensaban el esfuerzo. Los resultados le hicieron cada vez más fuerte y más confiado, pero con el transcurrir de los meses y los años comenzó a olvidar las cometas, los dragones y todo aquello que alguna vez fué parte de su inocencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguía siendo el mismo, pero la luz de sus ojos no brillaba del mismo modo... Su mirada se apagaba poco a poco como las últimas ascuas agonizantes de un fuego antaño orgulloso. La tristeza y la pena fueron sus compañeras de viaje, y nada de lo que hacía o decía parecía reconfortarle. Se sentía incompleto, notaba un vacío inexplicable en su interior que le consumía a marchas forzadas, empujándolo al borde de su abismo interior.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante largos días se sumió en la inquietud, y todo le cuestionaba dudas. La sombra se cernía sobre él, de modo que no sabía dónde estaba ni a dónde se dirigía. Se sentía perdido en medio de la nada, en una incesante batalla contra el resto del mundo que se asemejaba a una pelota chocando una y otra vez contra inmensas murallas de cristal. Pese a ello, no abandonó ni un sólo instante el propósito de reencontrarse consigo mismo y luchar por sus ideas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Descubrió entonces que no había nada tan importante como escuchar la voz que llevaba dentro. Recordo aquel niño que perseguía cometas, corría entre dinosaurios y volaba hasta las estrellas, y como un fugaz amanecer, notó que el velo que se posaba sobre sus ojos se desvaneció por completo. Sintió que recuperaba las fuerzas, y la felicidad iluminó otra vez su rostro, volviendo a ser el alquimista y el mago que fué antaño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidió seguir caminando, sonriendo, con las energías renovadas y el corazón alegre, convencido de que su objetivo estaba ahora más claro que nunca...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-22919535568603751902008-02-28T23:22:00.000+01:002008-02-28T23:24:22.225+01:00Por el bulevar de los sueños rotos (Joaquín Sabina)En el bulevar de los sueños rotos<br />vive una dama de poncho rojo,<br />pelo de plata y carne morena.<br />Mestiza ardiente de lengua libre,<br />gata valiente de piel de tigre<br />con voz de rayo de luna llena.<br /><br />Por el bulevar de los sueños rotos<br />pasan de largo los terremotos<br />y hay un tequila por cada duda.<br />Cuando Agustín se sienta al piano<br />Diego Rivera, lápiz en mano,<br />dibuja a Frida Kahlo desnuda.<br /><br />Se escapó de cárcel de amor,<br />de un delirio de alcohol,<br />de mil noches en vela.<br />Se dejó el corazón en Madrid<br />¡quien supiera reír<br />como llora Chavela!<br /><br />Por el bulevar de los sueños rotos<br />desconsolados van los devotos<br />de San Antonio pidiendo besos<br />Ponme la mano aquí Macorina<br />rezan tus fieles por las cantinas,<br />Paloma Negra de los excesos.<br /><br />Por el bulevar de los sueños rotos<br />moja una lágrima antiguas fotos<br />y una canción se burla del miedo.<br />Las amarguras no son amargas<br />cuando las canta Chavela Vargas<br />y las escribe un tal José Alfredo.<br /><br />(Estribillo)<br /><br />Las amarguras no son amargas<br />cuando las canta Chavela Vargas<br />y las escribe un tal José Alfredo.<br /><br />(Estribillo)<br /><br />Por el boulevar de los sueños rotos...Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-4896215448426419462008-02-24T22:25:00.002+01:002011-11-25T13:59:13.736+01:00Emociones descatalogadas<div style="text-align: justify;">
Cuando el médico examinó otra vez a la paciente no pudo reprimir una mueca de asombro. En el lugar más extraño, encontró algo que no esperaba y hacía mucho tiempo que no veía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La última vez que lo tuvo entre las manos, se escurrió entre sus dedos como la arena de la playa. Fueron tales sus consecuencias que lo encerró bajo llave en el más oscuro y profundo de los escondrijos, intentando protegerlo y esconderlo de todo aquello que pudiera volver a dañarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no es la razón lo que mueve el corazón...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como un huracán, removió los cimientos hasta las entrañas de la nueva ciudad que había construido tras la anterior catástrofe. No destruyó nada, sólo quitó el polvo, el miedo y la hojarasca que desde el último invierno cubrían su caparazón, hasta hacerle ver que la primavera estaba aquí otra vez agazapada tras los profundos ojos que le observaban.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mucho tiempo atrás atravesó desiertos, anduvo entre laberintos y minotauros, surcó incontables mares y viajó durante un largo invierno bajo la luz de las estrellas. Fue un período de aprendizaje, una búsqueda en la inmensidad de sí mismo en un intento por aprender.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquella sonrisa limpió todo lo que se acumulaba sobre su desordenado escritorio. Atravesó muros y pasillos, abriendo el candado que custodiaba su tesoro más preciado. No pudo más que rendirse a la evidencia de lo que aquellos labios carnosos representaban.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y así, recuperó de su viejo almacén el libro de emociones descatalogadas. Volvió a poner de moda sentimientos tan antiguos y que creía tan lejanos como el amor. El puzzle de sus emociones se completó una vez más de forma tan inesperada como casual, pero así de caprichoso es el destino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De repente volvió a salir el sol, y esbozó una sonrisa...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya nada volvería a ser como antes, pensó.</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-77318938029382424082007-11-28T12:15:00.000+01:002008-02-28T22:54:57.920+01:00This is the last time (Keane)This is the last time<br />That I will say these words<br />I remember the first time<br />The first of many lies<br />Sweep it into the corner<br />Or hide it under the bed<br />Say these things they go away<br />But they never do<br />Something I wasn't sure of<br />But I was in the middle of<br />Something I forget now<br />But I've seen too little of<br /><br />The last time<br />You fall on me for anything you like<br />Your one last line<br />You fall on me for anything you like<br />And years make everything alright<br />You fall on me for anything you like<br />And I no I don't mind<br /><br />This is the last time<br />That I will show my face<br />One last tender lie<br />And then I'm out of this place<br />So tread it into the carpet<br />Or hide it under the stairs<br />Say that some things never die<br />Well I tried and I tried<br /><br />Something I wasn't sure of<br />But I was in the middle of<br />Something I forget now<br />But I've seen too little of<br /><br />The last time<br />You fall on me for anything you like<br />Your one last line<br />You fall on me for anything you like<br />And years make everything alright<br />You fall on me for anything you like<br />And I no I don't mind<br /><br />The last time<br />You fall on me for anything you like<br />Your one last line<br />You fall on me for anything you like<br />And years make everything alright<br />You fall on me for anything you like<br />And I know I don't mindPablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-18080953982248581952007-11-23T17:11:00.000+01:002011-11-25T13:59:28.006+01:00Reflexiones sobre gotas de agua<div style="text-align: justify;">
Llueve...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una sombra acecha tras el alféizar de la venta. No respira; sus inspiraciones se asemejan a un susurro. Es una mera espectadora del infinito espectáculo que se cierne ante ella. Como un rey desde el púlpito ante su pueblo, contempla millones de gotas de vapor de agua condensado caer de forma silenciosa siguiendo un extraño ritual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El cielo, embravecido como el mar, deleita su vista y sus oidos con un espectáculo digno del infierno que imaginó Dante. No piensa; su mente divaga en círculos intentando examinar detenídamente el dibujo que cada una de las gotas de agua muestra al acariciar las tejas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Curiosamente se siente identificada con lo que contempla a través de sus ojos color avellana. No se extraña; toda su vida ha sido como un tren devorando millas deteniéndose sólo en las estaciones necesarias. Al final, siempre ha terminado estrellándose contra algo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Extiende la mano hacia fuera y el agua comienza resbalar entre sus dedos. No siente; una lágrima recorre la mejilla como el presagio de la muerte anunciada hace tiempo. Aprieta los puños y pronuncia unas palabras casi imperceptibles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Toma impulso y salta... Sonrie mientras como una gota de agua, se precipita una vez más contra el suelo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No es una despedida; la muerte es una nueva oportunidad, no el fin del camino...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-55380442987985606712007-11-19T01:12:00.000+01:002011-11-25T13:59:42.380+01:00El laberinto del sueño...<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El viento acariciaba mi piel mientras paseaba por el pantalán del puerto. La tenue luz del sol desdibujaba un atardecer con tintes violetas, enmarcado entre una ligera llovizna que impregnaba todo de una atmósfera íntima y cálida.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Era un buen lugar para meditar, y solía visitarlo con frecuencia. Era mi pequeño santuario, un sitio al que acudía para reencontrarme conmigo mismo. Mis pasos me guiaban sin rumbo fijo, y mis pensamientos chocaban, iban y venían siguiendo un extraño ritual marcado por el sonido de la lluvia y del mar chocando con los cascos de los pequeños veleros.<br />
<br />
<o:p> </o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una ola se estrelló de forma violenta sobre el pequeño dique y me hizo caer al agua. No fue un encuentro fortuito; de forma inconsciente yo sabía que sucedería en un momento u otro, y que nada podría hacer para evitarlo. Era una etapa más del camino que recorría cada vez que llegaba el final del día. No transcurrieron más que unos pocos segundos cuando me encontraba en un viaje sin retorno a las profundidades del mar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de perder la conciencia, pude ver a lo lejos las luces del puerto despidiéndose hasta el día siguiente. Me dejé abrazar por las corrientes hasta quedar sumido en el oscuro mundo de los sueños.<br />
<br />
<o:p> </o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El paseo se repite día tras día, y una vez tras otra caigo al mar…</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-74606537425730492592007-11-08T17:53:00.000+01:002011-11-25T13:59:50.245+01:00A la luz de una vela<div style="text-align: justify;">
El candil reflejaba ante mi rostro sombras caprichosas; era uno de esos días aciagos y perezosos, en los cuales no fuí capaz de escribir una miserable línea digna de ser mencionada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Alternaba dulces sueños acompasados al latir de la llama con amargos recuerdos mecidos por el viento que azotaba el marco de las ventanas. Mi mente divagaba entre vanos intentos de coherencia y garabatos frustrados por la desolación. No podía haber elegido peor momento para deambular por los caminos turbios y melancólicos del amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por fin me había llegado la oportunidad soñada de publicar el libro. Años de arduo trabajo, inclemencias económicas y padecimientos podían dar lugar al reconocimiento de proyectos, locuras y despropósitos. Sólo necesitaba encontrar un final para mi historia; unos breves minutos de inspiración hubieran bastado para culminar una vida dedicada a escribir, a lo único que parecía devolverme la cordura... pero no era ése, el día indicado para a tal desenlace.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tuve que elegir entre la pasión y el amor, entre el deseo de mi mente y el deseo de mi corazón, entre mi vida o mi muerte... y elegí mi muerte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Faltaban apenas unas horas para que la reunión más importante de mi vida tuviera lugar, y no tenía nada que presentar. Bueno sí, tenía un libro sin final, una frase sin punto, un antes sin después; y eso era como no tener nada. Nunca más se me volvería a presentar una ocasión semejante, y parecía dispuesto a dejarla pasar... por amor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No podía dejar de pensar en ella. Cada minuto que transcurría se me antojaba eterno, y aunque mi razón me suplicaba que le dedicara apenas unos instantes de lucidez, los sentimientos obnubilaban el resto de mis sentidos. Me sentía preso dentro de mi propio cuerpo, y una agonía silencionsa fué abriéndose poco a poco en mi interior.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo transcurrió muy rápido. Fué como presenciar mi propia muerte, y toda mi vida pasó ante mis ojos; toda una vida persiguiendo un sueño que se esfumaba de un solo plumazo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De repente estaba corriendo por la calle, rumbo a la estación de tren, exprimiendo todas mis fuerzas y exhalando mi último aliento para llegar antes de que fuera demasiado tarde.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquella tarde no acudió la policía forense, ni el juez, ni los medios de comunicación. Fué una muerte silenciosa, en blanco y negro, a la luz de una vela. Un retrato fiel de lo que había sido mi vida hasta aquel momento, un boceto inacabado de una ilusión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquella tarde murió mi sueño, pero encontré la vida. Aprendí que es bonito perseguir los sueños, pero no hay que olvidarse de vivir...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-38376944838985335402007-07-29T02:15:00.000+02:002008-02-28T23:11:07.663+01:00I was born to love you (Queen)I was born to love you (love you...)<br />With every single beat of my heart<br />Yes I was born to take care of you<br />Every single day (single day...)<br />All right<br />Hey hey<br /><br />I was born to love you with every single beat of my heart<br />Yes I was born to take care of you every single day of my life<br /><br />You are the one for me I am the man for you<br />You were made for me you're my ecstasy<br />If I was given every opportunity I'd kill for your love<br />So take a chance with me let me romance with you<br />I'm caught in a dream and my dreams come true<br />It's so hard to believe this is happening to me<br />An amazing feeling coming through<br /><br />I was born to love you with every single beat of my heart<br />Yes I was born to take care of you honey every single day of my life<br /><br />I wanna love you I love every little thing about you<br />I wanna love you love you love you<br />(Born) to love you (born) to love you yes (Born) I was born to love you<br />(Born) to love you (born) to love you every single day of my life<br />I was born to take care of you every single day, day, day of my life<br /><br />An amazing feeling coming through<br />I was born to love you with every single beat of my heart<br />Yeah I was born to take care of you every single day of my life<br />Yes, I was born to love you<br />Every single day<br />Of my life<br /><br />I love you baby<br />Yeah<br />Born to love you<br />Yes I was born to love you<br />Hey<br />I wanna love you love you love you<br />I wanna love you<br />Yeah yeah<br />Aha it's magic<br />I get so lonely lonely lonely yeah<br />I wanna love you<br />It's magic<br />Love you<br />Yeah, give it to me.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-75391997906310792792007-06-12T02:54:00.000+02:002011-11-25T14:00:00.440+01:00La quintaesencia del tiempo<div style="text-align: justify;">
¿Qué es el tiempo?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según el diccionario de la Real Academia de la lengua Española, el tiempo es la magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los conceptos de tiempo físico y de tiempo mental, si bien pueden parecer desconocidos, influyen en nuestra vida diariamente. Todo el mundo ha experimentado la sensación de que el tiempo, fluye con mayor lentitud o a mayor velocidad que el tiempo físico, el que indica un reloj, por ejemplo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En muchas ocasiones, avanzamos como un elefante en una cacharrería, y nos llevamos por delante todo lo que nos encontramos. Los que no aprenden de la historia están condenados a repetirla, y los que viven en el pasado están condenados a no vivir. Es necesario aprender de nuestros aciertos y errores, pero conviene dejarlos atrás y continuar el camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo cierto, es que muchas personas devoran kilómetros sin analizar sus acciones, ni aprender de aciertos y fracasos; eso lleva a la insatisfacción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una de las cosas más gratificantes de la vida, consiste en dedicarte unos minutos a repasar tu vida hasta el momento actual, sobretodo cuando se ha conseguido un logro o se ha culminado una tarea. Trabajo, esfuerzo, problemas, dolor, sacrificio, ... En resumen buenos y malos momentos que quedan atrás para transformarse en un libro que siempre podrás consultar y que te ha hecho más fuerte. Es una sensación emocionante, que te da una breve pero intensa visión de cómo ha merecido la pena tu esfuerzo y te proporciona fuerzas para seguir adelante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pocas cosas son tan frustrantes como el lamentarse por no haber tomado un determinado camino, o una determinada elección. La vida es una sucesión de cruces y bifurcaciones, y no debemos tener miedo a elegir. Elegir es nuestro destino, nuestro derecho, nuestra opción, y debemos elegir del mejor modo posible en nuestras circunstancias actuales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reconocer que estamos aquí para aprender, aceptar que equivocarse es humano y que debemos aprovechar el tiempo del que disponemos son requisitos indispensables para ser un poco más conscientes de nuestra propia existencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Debemos ser coherentes con nosotros mismos; las acciones presentes determinarán el futuro, y las acciones pasadas influirán en las acciones presentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así pues, el tiempo en realidad es muy ambiguo. No sabemos el tiempo del que disponemos; podemos planificar el futuro pero no vivir de ilusiones, igual que podemos recordar el pasado pero no revivirlo. Debemos vivir el presente, y considerarlo como la quintaesencia del tiempo.</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-60047331165009641432007-04-03T23:57:00.000+02:002008-02-29T00:58:40.871+01:00Mediterráneo (Joan Manuel Serrat)Quizá porque mi niñez<br />sigue jugando en tu playa,<br />y escondido tras las cañas<br /><br />duerme mi primer amor,<br />llevo tu luz y tu olor<br />por donde quiera que vaya,<br /><br />y amontonado en tu arena<br />guardo amor, juegos y penas.<br /><br />Yo,<br /><br />que en la piel tengo el sabor<br />amargo del llanto eterno,<br />que han vertido en ti cien pueblos<br /><br />de Algeciras a Estambul,<br />para que pintes de azul<br />sus largas noches de invierno.<br /><br />A fuerza de desventuras,<br />tu alma es profunda y oscura.<br /><br />A tus atardeceres rojos<br />se acostumbraron mis ojos<br />como el recodo al camino...<br /><br />Soy cantor, soy embustero,<br />me gusta el juego y el vino,<br />Tengo alma de marinero...<br /><br />¿Qué le voy a hacer, si yo<br />nací en el Mediterráneo?<br /><br />Y te acercas, y te vas<br />después de besar mi aldea.<br />Jugando con la marea<br /><br />te vas, pensando en volver.<br />Eres como una mujer<br />perfumadita de brea<br /><br />que se añora y que se quiere<br />que se conoce y se teme.<br /><br />Ay...<br /><br />si un día para mi mal<br />viene a buscarme la parca.<br />Empujad al mar mi barca<br /><br />con un levante otoñal<br />y dejad que el temporal<br />desguace sus alas blancas.<br /><br />Y a mí enterradme sin duelo<br />entre la playa y el cielo...<br /><br />En la ladera de un monte,<br />más alto que el horizonte.<br />Quiero tener buena vista.<br /><br />Mi cuerpo será camino,<br />le daré verde a los pinos<br />y amarillo a la genista...<br /><br />Cerca del mar. Porque yo<br />nací en el Mediterráneo...Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-14090028935327330192007-04-02T12:27:00.000+02:002011-11-25T14:00:07.042+01:00Déjà Vu<div style="text-align: justify;">
Miguel encendió un cigarrillo mientras examinaba su alrededor en busca de un rostro conocido. Era un diciembre inusualmente frío, y de ello daban cuenta las pequeñas estalactitas de hielo que se formaban en los balcones como homenaje a la extraña naturaleza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Almas grises paseaban de forma silenciosa a su lado, en una extraña procesión hacia algún lugar de la ciudad. Era un espectáculo grotesco; todas parecían marionetas manejadas por una mente perversa que cada fin de semana las conducía obedientes, a los mismos destinos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una mano se apoyó en su hombro de forma brusca, despertándolo de su letargo...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué pasa tío? Venga, vamos para allá que Juan, Luisa y los demás nos están esperando desde hace un buen rato.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pedro era su mejor amigo. Un chico bien parecido, de facciones fuertes, una mirada expresiva y un cuerpo que lo convertía en objeto de especial atención por parte del público femenino. Aquello se veía descompensado sin embargo, con una timidez que le impedía relacionarse con la mayoría de la gente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Comenzaron a caminar por la calle Fuencarral en silencio, mientras cientos de coches buscaban una meta muy difícil de lograr en fin de semana: una plaza de aparcamiento. Miguel se abrochó los últimos botones de la cazadora de cuero que le regaló su hermano hace dos años por su cumpleaños.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Mira, ahí está Luisa! Inquirió Pedro, devolviendo a un absorto Miguel de sus pensamientos al mundo real.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si Pedro era su mejor amigo, Luisa era su mejor amiga. Una chica risueña, siempre feliz, inteligente y emprendedora. Eso hacía que algunas personas se sintieran intimidadas con su presencia, pero sabía compensarlo con su buen humor y su don de gentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los tres se conocían desde hacía muchos años. Sus padres eran del mismo pueblo de León, y vinieron a Madrid hace muchos años en busca de la prosperidad y el bienestar que el campo no ofrecía a sus hijos. Aprendieron a caminar juntos, a hablar, fueron juntos al colegio, compartieron sus primeros amores y sus encuentros con la edad adulta. Era prácticamente imposible encontrar un recuerdo o momento importante en sus vidas sin que estuvieran los tres presentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entraron en El Penta, un pub que resiste desde hace más de 30 años cuando nació como El Pentagrama en pleno barrio de Malasaña. Sin duda su momento más glorioso coincidió con la movida, cuando muchos músicos de los que se acercaban a tocar en El Sol, se tomaban unas copas en este local y en La Via. Hoy día, seguía al pie del cañón siendo un referente de la noche madrileña.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A éste local también venía su hermano hace 20 años. En aquella época la situación era muy diferente, pero hay cosas que nunca cambian, pensó cuando comenzó a flotar por el ambiente una canción de Nacha Pop. Trató de imaginárselo con la misma chaqueta de cuero, fumando y tomando cubatas en compañía de amigos, intelectuales, músicos y fauna de todo tipo que se daban cita en la selva de El Pentagrama.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su hermano le había descrito mil y una aventuras vividas en aquel rincón de la capital; noches marcadas por el compás de las notas de grupos como Nacha Pop, Radio Futura, Elvis Costello o The Police. Conversaciones que giraban en torno a la mili obligatoria, al fin del franquismo, fanzines como El Víbora o la Luna de Madrid, o la emisora Onda Dos, abanderada de la nueva música que envolvía la vida de la juventud del momento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se dirigieron por inercia al lugar de costumbre, en la esquina junto a la barra. Allí se encontraron al resto del grupo rodeados de fotos antiguas y alusiones a un pasado, ni mejor ni peor, símplemente diferente que sin embargo, ya no volverá. Las carcajadas llenaron el local, y como antaño, las risas y el alcohol prometían amenizar una noche especial, de esas que luego formaban parte del álbum de fotografías del local.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los primeros acordes del grupo en directo plasmaban de forma peculiar la esencia del lugar. Nunca el tiempo había pasado tan rápido y a la vez tan lento, de modo que uno podía sentirse de lleno en el alboroto de los 80. Las cervezas y los cubatas se consumían a un ritmo endiablado, y el olor a marihuana de dejaba encontrar, escurridizo, en algunas zonas del local.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De vez en cuando, alguno de los viejos conocidos de El Penta se dejaba caer por el lugar amenizando la velada. Joaquín era uno de la vieja guardia, un lobo solitario, un hombre de mil oficios, que sin embargo era bien conocido por varias generaciones de jóvenes. Como una sombra entre bastidores apareció a mi lado en la barra y se pidió un gintonic. Se giró sonriente cruzando su mirada con la mia mientras el camarero le preparaba la poción mágica que tantas noches le había acompañado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Hombre Miguel! ¿Qué tal va todo? ¿Has terminado ya la ingeniería?. - Se ajustó las gafas mientras agarraba la copa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Hola Joaquín! Todo bien, ya sólo me queda una y podrás llamarme ingeniero. Supongo que cuando termine iré un año a hacer un máster a Londres.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No esperaba menos de ti. Eres como tu hermano; con ésa chaqueta incluso podría pensar que estoy hablando con él. Los dos sois chicos listos. ¿Qué tal le va a tu hermano? Oí decir que lo han propuesto como miembro del consejo de administración de la empresa...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me fijé en sus ojos; eran curiosos, muy expresivos, y reflejaban inténsamente el pesar y las fatigas del aventurero que ha experimentado multitud de aventuras a lo largo de los años. Contrastaban con su rostro firme, sereno, seguro de sí mismo y prácticamente inalterable con el paso del tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Iba a contestar su pregunta cuando alguien irrumpió en la conversación con grandes y sonoras carcajadas. Joaquín se encontraba en su ambiente, y la multitud alejó su atención sumergiéndolo en recuerdos y anéctodas de toda una vida nocturna.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Miguel apagó los restos de la colilla en el cenicero, y se volvió hacia sus compañeros. Luisa había desaparecido con el guitarrista del grupo. Él era un artista en decadencia, una frágil sombra del sueño que intentó alcanzar pero no pudo. Ella era una idealista, una bucólica de las letras que buscaba en él un atisbo de cordura para su breve soledad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pedro entablaba una animada conversación con un estudiante de ciencias políticas. Éste disertaba agitando los brazos de forma nerviosa mientras alternaba caladas de sus ducados con un trago de ron añejo. Pedro correspondía al mismo nivel que su interlocutor; desde luego, había bebido más de la cuenta y eso se notaba en su falta de timidez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los recuerdos comenzaron a diluirse en alcohol. Poco a poco la gente se iba del local y los incondicionales eran las únicas caras que podían verse adornando el lugar. La noche iba dando paso al día; en unas horas cada cual debería retomar su rutina diaria hasta que por fin regresara la hora de los noctámbulos, incorformistas, visionaros y aventureros, en busca de una nueva experiencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Miguel se abrazó a Pedro, y tambaleándose se sentaron en un portal a unos pocos metros. Encendieron unos cigarrillos mientras examinaban las nubes que cubrían el cielo de la capital con formas caprichosas. Las calles estaban ahora desiertas, dejando pasar el transcurrir de las horas y esperando ansiosas la llegada del amanecer para recuperar su actividad habitual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Tú crees que dentro de unos años recordaremos todo esto y lo echaremos de menos? - Preguntó Miguel con nostalgia. Pedro esbozó una sonrisa mientras asentía ligéramente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace unos 20 años, su hermano hizo la misma pregunta desde el mismo lugar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay cosas que nunca cambian...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-41921044927650491402007-03-27T12:07:00.000+02:002007-12-19T03:47:31.134+01:00Tamaños relativosBuceando en la red he encontrado un video que me ha parecido muy interesante, de modo que aquí lo tenéis. Es una visión comparativa del tamaño de varios planetas del Sistema Solar y varias estrellas: empieza en Mercurio y acaba en VV Cephei A. Como siempre, es mejor que primero veas el video (que dura minuto y medio y realmente merece la pena) y luego te cuento alguna cosa más sobre lo que ves:<br /><br /><a style="left: 0px ! important; top: 15px ! important;" title="Click here to block this object with Adblock Plus" class="abp-objtab-011895638919629836 visible ontop" href="http://www.youtube.com/v/x1w8hKTJ2Co&rel=1&border=1"></a><a style="left: 0px ! important; top: 15px ! important;" title="Click here to block this object with Adblock Plus" class="abp-objtab-011895638919629836 visible ontop" href="http://www.youtube.com/v/x1w8hKTJ2Co&rel=1&border=1"></a><object height="373" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/x1w8hKTJ2Co&rel=1&border=1"><param name="wmode" value="transparent"><embed src="http://www.youtube.com/v/x1w8hKTJ2Co&rel=1&border=1" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" height="373" width="425"></embed></object><br /><br />No tengo mucho que decir sobre la primera parte del video - el efecto es muy impactante cuando ves Júpiter y te das cuenta de lo grande que es comparado con la Tierra, pero claro, entonces ves el Sol, y ése sí que es grande, pero entonces ves Betelgeuse y…bueno, seguro que te has sentido tan pequeño como yo. <p>Por si no conoces VV Cephei A, donde acaba el video - es una supergigante, y una de las estrellas más grandes que conocemos. Es muy difícil imaginar su tamaño incluso después de ver el video, pero para que te hagas una idea, si VV Cephei A estuviera donde está el Sol, <strong>el borde de la estrella llegaría hasta la órbita de Saturno</strong>. Tengo los pelos de punta sólo de escribir eso.</p> <p>Aquí tienes un enlace a una imagen de Wikipedia en la que (si la amplias) puedes ver el tamaño relativo del Sol y esa estrella: <em><a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c7/Sun_and_VV_Cephei_A.png" class="liexternal">Imagen comparativa</a></em>. Absolutamente impresionante.</p>Vía <a href="http://eltamiz.com/2007/06/10/tamanos-relativos/">El Tamiz</a>.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-41322411303125802002007-02-12T22:44:00.001+01:002008-02-28T22:52:52.563+01:00I don't want to miss a thing (Aerosmith)<p> I could stay awake just to hear you breathing<br />Watch you smile while you are sleeping<br />While you're far away and dreaming<br />I could spend my life in this sweet surrender<br />I could stay lost in this moment forever<br />Well, every moment spent with you<br />Is a moment I treasure<br />I don't wanna close my eyes<br />I don't wanna fall asleep<br />'Cause I'd miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />'Cause even when I dream of you<br />The sweetest dream would never do<br />I'd still miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />Lying close to you<br />Feeling your heart beating<br />And I'm wondering what you're dreaming<br />Wondering if it's me you're seeing<br />Then I kiss your eyes and thank God we're together<br />And I just wanna stay with you<br />In this moment forever, forever and ever<br />I don't wanna close my eyes<br />I don't wanna fall asleep<br />'Cause I'd miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />'Cause even when I dream of you<br />The sweetest dream would never do<br />I'd still miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />I don't wanna miss one smile<br />I don't wanna miss one kiss<br />Well, I just wanna be with you<br />Right here with you, just like this<br />I just wanna hold you close<br />Feel your heart so close to mine<br />And just stay here in this moment<br />For all the rest of time<br />Don't wanna close my eyes<br />Don't wanna fall asleep<br />'Cause I'd miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />'Cause even when I dream of you<br />The sweetest dream would never do<br />'Cause I'd still miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />I don't wanna close my eyes<br />I don't wanna fall asleep<br />'Cause I'd miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />'Cause even when I dream of you<br />The sweetest dream would never do<br />I'd still miss you, baby<br />And I don't wanna miss a thing<br />Don't wanna close my eyes<br />Don't wanna fall asleep, yeah<br />I don't wanna miss a thing<br />I don't wanna miss a thing</p><script type="text/javascript"><!-- google_ad_client = "pub-1883682942130016"; google_alternate_color = "FFFFFF"; google_ad_width = 336; google_ad_height = 280; google_ad_format = "336x280_as"; google_ad_type = "text_image"; //2007-04-03: quedeletras-com google_ad_channel = "6215332939"; google_color_border = "FFFFFF"; google_color_bg = "FFFFFF"; google_color_link = "CC0000"; google_color_text = "000000"; google_color_url = "E1771E"; //--> </script>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-33747401564977841422007-01-13T20:32:00.000+01:002008-02-28T23:05:58.230+01:00Peces de ciudad (Ana Belén)Se llamaba Alain Delon<br />el viajero que quiso enseñarme a besar<br />en la Gare d`Austerlitz.<br />Primavera de un amor,<br />amarillo y fugaz como el sol<br />del veranillo de San Martín.<br /><br />Hay quien dice que fui yo<br />la primera en olvidar,<br />cuando en un si bemol de Jacques Brel<br />me perdí "dans le port d`Amsterdam."<br /><br />En la fatua Nueva York<br />da más sombra que los limoneros<br />la Estatua de la Libertad.<br /><br />Pero en Desolation Row,<br />las sirenas de los petroleros,<br />no dejan reír ni volar.<br /><br />Y en el coro de Babel,<br />desafina un español.<br />No hay más ley que la ley del tesoro<br />en las minas del rey Salomón.<br /><br />Desafiando el oleaje<br />sin timón ni timonel,<br />por mis sueños va ligero de equipaje<br />sobre un cascarón de nuez.<br /><br />Mi corazón de viaje,<br />luciendo los tatuajes<br />de un pasado bucanero<br />de un velero al abordaje,<br />de un no te quiero querer.<br /><br />Y cómo huir<br />cuando no quedan islas para naufragar<br />al país donde los sabios<br />se retiran del agravio<br />de buscar labios<br />que sacan de quicio.<br /><br />Mentiras que ganan juicios tan sumarios<br />que envilecen el cristal de los acuarios<br />de los peces de ciudad,<br />que perdieron las agallas<br />en un banco de morralla<br />que nadan por no llorar.<br /><br />El Dorado era un champú,<br />la virtud unos brazos en cruz,<br />el pecado una página web.<br /><br />En Macondo comprendí<br />que al lugar donde has sido feliz<br />no debieras tratar de volver.<br /><br />Cuando en vuelo regular,<br />surqué el cielo de Madrid,<br />me esperaban dos pies en el suelo<br />que no se acordaban de mí.<br /><br />Desafiando el oleaje<br />sin timón ni timonel<br />por mis sueños va ligero de equipaje<br />sobre un cascarón de nuez.<br /><br />Mi corazón de viaje,<br />luciendo los tatuajes<br />de un pasado bucanero<br />de un velero al abordaje,<br />de un no te quiero querer.<br /><br />Y cómo huir<br />cuando no quedan islas para naufragar<br />al país donde los sabios<br />se retiran del agravio<br />de buscar labios<br />que sacan de quicio.<br /><br />Mentiras que ganan juicios tan sumarios<br />que envilecen el cristal de los acuarios<br />de los peces de ciudad,<br />que perdieron las agallas<br />en un banco de morralla.<br />en una playa sin mar.Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5435253383233465082.post-79924362354541964302006-12-01T04:24:00.000+01:002011-11-25T14:00:16.402+01:00Paréntesis<div style="text-align: justify;">
El aula se encontraba medio vacía. Echó un vistazo a los alumnos presentes y no pudo más que sentir desilusión por el mediocre espectáculo que se dibujaba ante él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cerró los ojos e inspiró lentamente. Iba a proseguir con la explicación pero hizo un paréntesis.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reálmente la culpa no era de los chicos. En una sociedad “civilizada y democrática”, los gobiernos y las empresas premian el borreguismo, el consumismo y la incapacidad. En apenas veinte años, la juventud del país había pasado de la implicación y el activismo al pasotismo y la indiferencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No conocía todas las respuestas, ni tampoco la mayoría de las preguntas. Sin embargo, sí podía analizar algunos hechos que le causaban preocupación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El nivel de conocimientos de los alumnos descendía año tras año en todas las materias de forma alarmante. La cantidad de alumnos que finalizaban sus estudios universitarios cada vez era inferior, y éso era sólo el final de un camino que comenzaba con los niños que no terminaban ni la educación primaria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El problema no sólo residía en los estudios. Muchos de los licenciados o ingenieros tenían que lidiar durante años con sueldos miserables, contratos basura y explotación laboral. Si a eso se le añade la dificultad para comprar una vivienda el panorama no podría ser más desalentador.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Además, y por si no fuera poco, de forma intencionada (o no) la mayoría de la sociedad era entretenida por una compleja telaraña de distracciones en forma de prensa rosa, deportes, nacionalismos y consumismo compulsivo. No absurdos, pero sí exagerados, de modo que los temas más importantes y vitales para la supervivencia eran relegados misteriosamente a un segundo plano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La desolación inundó su rostro, y le inundó la desesperanza. Su semblante, siempre alegre, se tornó en una profunda tristeza. Los alumnos cruzaron miradas de incomprensión y un ambiente serio inundó el aula.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De repente una sucesión de imágenes surgieron de la nada. Recordó que hace años, cuando él era joven y parecía que no había esperanza, las acciones individuales de muchas personas pudieron cambiar el curso de la historia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aprendió con el paso del tiempo que la principal fuerza y debilidad del ser humano es la esperanza, y que ésta no debe perderse, porque aunque la oscuridad más siniestra cubra el mundo, siempre llegará el amanecer presagiando un nuevo día.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La sonrisa volvió a iluminar su rostro. Aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla, y él se propuso no olvidar todo aquello por lo que tanto había luchado. Desde su aula y ante sus alumnos, aportaría su granito de arena y trataría de transmitirles ése conocimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cerró su paréntesis y prosiguió la explicación con fuerza, ilusión, y la firme convicción que un grano de arena puede desequilibrar la balanza e inclinarla hacia uno u otro lado...</div>Pablo Álvarezhttp://www.blogger.com/profile/14004549976814340912noreply@blogger.com0